Juan Ramirez es un amigo del alma, de esos que se llevan el corazón estés en donde estés del mundo.
Algo común de los colombianos, como de la mayor parte de emigrantes latinos, es la diáspora a la que nos vemos obligados -contra corazón, seguro- para sobrevivir o encontrar espacios de libertad que en el Edén del Universo, donde nacimos, no podemos disfrutar por causas bien diferentes según sea la procedencia. Dentro de esa circunstancia, siempre viajamos con maletas ligeras de equipaje, poca plata en la cartera. miedo en los ojos por lo que nos pueda suceder y un inmenso tesoro en nuestro corazón: los recuerdos, los amigos, la familia que hemos abandonado. Juan es uno de los que metí en la maleta de los recuerdos, allí, en lo más profundo de mi corazón.
Juan es, además, uno de los grandes diseñadores interioristas de Colombia (juanramirezhome) y mi modelo más querido. Por eso, le elegí a él para hacer el reportaje en Armenia al finalizar la producción de mi colección que este mes estoy presentando. Que un profesional tan reconocido como alejado del sector de la moda accediera a posar, exige mi absoluta gratitud a la persona y al amigo.
Hoy sólo subo una imagen del reportaje, además de una par de uno de los almuerzos que pudimos disfrutar en Armenia, a la espera de subiros primero las del Shooting Oficial que le debo a otra gran amiga, Karen Lifekar, grandiosa profesional y querida amiga. Sólo es para, como dicen en España, “poner los dientes largos” 🙂
nos falto en la sesion
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